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martes, 3 de septiembre de 2013

Conmoción Mundial

“Naves provenientes del espacio robaron, esta madrugada, todo el caudal de libros existente  en Nueva York, París, Roma, Buenos Aires, Londres, y muchas más en todo el planeta.”

“No es un cuento de Ray Bradbury, ni de Arthur Clarke, es la realidad superando toda ficción. Objetos voladores desconocidos provenientes de alguna otra galaxia, se posaron esta madrugada sobre las bibliotecas y museos más importantes del mundo, llevándose todos los libros  y documentos escritos existentes en ellos.
El hecho ocurrió alrededor de las 4 am, cuando
según testigos presenciales, gigantescas naves de forma ovalada tomaron posición sobre los mencionados edificios y succionaron miles de libros que iban entrando a las mismas a modo de aspiradora gigante. Los testigos temieron ser literalmente “chupados”, pero según lo expuesto por uno de los serenos de la Biblioteca Nacional ( Buenos Aires), la corriente ascendente de aire, solo absorbía libros y documentos, los cuales salían por orificios en el techo hechos como por un sacabocado .”Primero sentí ruido a mampostería que caía  y cuando fui a ver qué sucedía , pude ver, cómo los libros salían de los estantes, y como por arte de magia se dirigían al techo por donde se iban. Me aferré de donde pude con todas mis fuerzas, pero noté que no era absorbido, la succión sólo se llevaba libros”, dijo Evaristo López, uno de los serenos de la Biblioteca Nacional.
Las misteriosas naves, arrasaron con documentación no solo en bibliotecas y museos sino también en templos religiosos. El fenómeno se presentó a nivel mundial y hay gran preocupación por temor a una invasión extraterrestre . Las fotos y videos tomados con teléfonos celulares  son muy difusas y se está esperando el mejoramiento de la imagen por parte de los expertos.
Mientras tanto, en las bibliotecas más grandes del mundo y en todos los edificios saqueados se presentan las mismas características: Techos agujereados en forma perfecta y millones de estanterías vacías. Se ha recibido además, noticias de  desaparición de libros en bibliotecas particulares, pero lo cierto es que la confusión y el temor es el clima reinante en las grandes ciudades . Las medidas de defensa se han extremado en EEUU, China, Corea del Norte, Francia e Inglaterra, preparándose para un posible nuevo ataque, que en primera instancia es cultural …”

La crónica relatada es una ficción, pero …y si fuese una realidad? qué quedaría de miles de años de escritura en sus diversos soportes? Todo el universo de papel construido a lo largo de siglos desaparecido, sin aviso, cartas de arcilla, papiros, pergaminos y primeros papeles que permitieron hacer viajar a las ideas? Seguramente habría alguna tecnología que reproduzca la fibra tal cual la original, de hecho  en los museos hay muchísimas excelentes réplicas arqueológicas. Pero en el supuesto de que estas naves se hubieran llevado los originales,¿ cómo se recupera el valor  que adquiere una pieza por haber subsistido por miles de años? Imposible recuperar el valor “tiempo”, que agrega un plus al valor de cualquier obra.
de un momento a otro, sin haber podido siquiera hacer una copia o un acopio de lo valioso ¿ Cómo reconstruir las
Cómo reconstruir el recorrido complejo por el que pasaron todos los sistemas de escritura, desde los pictogramas, logogramas, pasando por los diferentes alfabetos  hasta llegar a las palabras que conforman las distintas lenguas del mundo? El Sócrates de Platón, estaría satisfecho ante
tamaño hecho, ya que según él la escritura destruía la memoria. Ante tales circunstancias, sería necesario recurrir a la memoria y a la oralidad para reconstruir años de escritura pero la memoria tiene un alcance y la oralidad va deformándose a medida que se va transmitiendo, por lo tanto no serían fuentes de información ultra confiables.
El impacto que ha tenido la escritura sobre las civilizaciones es casi imposible de medir. La escritura ha transformado la conciencia humana más que cualquier otra invención (Walter Ong J.). Ella está ahí, en los libros, ha quedado para siempre inmortalizada a la espera de nuevos ojos que la leerán y reinterpretarán  una y otra vez. Las ideas del autor viven allí, pasaron de la mente al escrito y a partir de ese momento son compartidas con millones de individuos que se apropian de esas ideas o las rechazan.
No en vano, la Iglesia ha usado la escritura como símbolo de poder. Durante el Medioevo solo los escribas y los más altos funcionarios eclesiásticos accedían al conocimiento que los libros les otorgaban y ya a partir de la invención de la imprenta pudieron extender sus creencias.
Los Imperios Egipcios, Persas, Romanos e Inglés no hubieran sido posibles sin la maravillosa tecnología de la escritura , que solo puede compararse con otras invenciones que torcieron la historia de la humanidad: el arado, la palabra o el dominio del fuego.

Es probable que en la virtualidad de las nuevas tecnologías hubieran quedado los registros más importantes de los escritos milenarios en sus diferentes soportes, pero no todos. Sólo los más importantes seguramente, pero ¿quién puede medir lo qué es lo más importante? Nuevamente caeríamos en el poder de algunos pocos para medir que es lo
susceptible de haber sido guardado en forma digital y perderíamos tantos y tantos libros llenos de ideas, sentimientos, pasiones que su autores con esfuerzo hubieran plasmado en miles de hojas. Sin contar, además, que el acceso a las computadoras y a internet no es masivo.
El libro como soporte, conlleva un valor extraordinario , más allá de su contenido, por su portabilidad y fácil acceso . Ha viajado a través del mundo en las condiciones más extremas.  No es novedad para nadie la diferencia que existe entre leer un libro con sus páginas de papel, las cuales podemos oler, subrayar, doblar, señalar , romper y leer desde una pantalla brillante, cansadora e intocable, en la cual nadie puede guardar una flor para que se seque. La pantalla no puede ser firmada o dedicada por el autor admirado. Un libro es un  cofre con un tesoro escondido, en el que “un autor “depositó sus ideas para que “un lector” las descubriera página tras página, despertando en él todo un universo de imágenes y sentimientos . Un disparador del terror, la magia, el amor, la pasión, el espanto. Un abre puertas a otra dimensión desconocida y de la cual  es difícil volver una vez terminada la lectura.
Lo que un libro dice es inalterable, por lo tanto, lo que el libro “dice” es equivalente a “es cierto”, por tal motivo hubo muchas quemas de libros. Tiene el poder de unir gente  y también el poder de la censura. “Un libro cambia por el hecho de que no cambia mientras el mundo cambia”-dijo P.Bourdieu.
Los ideales de libertad e igualdad del Iluminismo francés, transmitidos a través de los escritos llevaron a la Revolución Francesa y a la Modernidad, el orden mundial se construyo alrededor de las ideas liberales y marxistas en los siglos IXX y XX.

El siglo XXI nos encuentra invadidos por las nuevas tecnologías, dominados por la inmediatez de la imagen. Hay un nuevo lenguaje cibernético que aprender. La forma de escribir no es la misma. No se envían cartas tangibles, sólo correos electrónicos.  La rapidez obliga a transformar las palabras o escribirlas con otras letras, los textos quedan reducidos a lo que podría ser un telegrama. Las manos, incansables artesanas,  se están desacostumbrando a tomar una lapicera, al ejercicio de la escritura, a ese dejarse llevar por las ideas que bajan desde la mente, pasan por el brazo y hacen que la mano se mueva enlazando, suavemente,  una letra con la otra. Se están acostumbrando al repiquetear sobre un teclado. Sí, seguramente el escrito se comprenderá mejor con una letra standarizada, prolija y homogénea .  Pero …¿y el toque personal? Nos vamos masificando, globalizando. Nos dejamos llevar como mansas ovejas hacia lo repetitivo, común a todos por temor a quedar afuera del sistema.
Si  la ficción narrada se volviese una realidad , sería un verdadero desastre cultural. Perderíamos no solo el contenido de millones de años de historia, sino también lo individual, el encuentro con el “otro”. No tendríamos ya la capacidad de ir a una biblioteca a elegir. Las bibliotecas han sido diseñadas para que contengan el mayor caudal de información literaria posible al alcance de todo el mundo¿ sería capaz Internet de dar ese servicio?  Hay publicaciones  a las que solo se accede vía suscripción y es una tendencia que va en ascenso. La información libre circulante, es igual de válida que la asentada en los libros originales? Habría un nuevo enciclopedismo? Porque habría que recopilar todos los conocimientos dispersos nuevamente y esto llevaría a diversos conflictos de fuerzas de poder sobre lo que sería o no conveniente reflotar de todo lo perdido.
Reconstruir lo perdido parecería imposible, desde el momento en que lograr acuerdos  en forma global sobre las necesidades básicas del hombre solo se ven plasmados en tratados o cartas orgánicas de las naciones que luego se vulneran  con total desparpajo.
Reconstruir lo perdido resultaría imposible sin un nuevo tipo de control, por lo que la pérdida sería irreparable.
Una mirada optimista diría que la diversificación actual de los medios en imagen y sonido harían más confortable y práctica la vida del hombre. Todo se reduciría en tamaño y se podría llevar una biblioteca con muchísimos volúmenes en un pequeño dispositivo en un bolsillo. La Imagen animada en lugar del discurso, sin dudas, organizaría de manera diferente la forma de pensamiento. Pero no sabemos aún qué tipo de efecto o de conciencia formará en un futuro.
 No somos todavía una civilización de la imagen, sino  de la escritura y según Roland Barthes , en su “Retórica de la imagen” lo más importante es el mensaje lingüístico. Al ser la imagen polisémica, el mensaje ligüístico tiene dos funciones: anclaje y relevo. La primera es un técnica destinada a fijar la cadena flotante de significados y la segunda, menos frecuente, se usa en las historietas o dibujos animados.”Toda materia significante está atravesada por el mensaje lingüístico”.
Las civilizaciones, fueron construyéndose en torno a la escritura como una necesidad de expresión, de trascendencia , de perdurar en el tiempo. Han pasado guerras, hogueras, miles de años y sigue formando parte fundamental de la sociedad. Es probable que la crónica relatada no ocurra jamás. Lo que sí ocurrirá será la aparición  de  nuevas formas de escritura o evoluciones de la misma que tendrán el mismo significado preponderante que hoy tiene. Cambiará, como lo viene haciendo desde su aparición, pero no desaparecerá jamás de la historia de la humanidad.

                                                                   Graciela Bravo





Bibliografía
Walter Ong J “Oralidad y Escritura. Tecnologías de la Palabra, Fondo de cultura Económica, México 1987
Roger Chartier “Libros, lecturas y lectores en la edad Moderna”-Madrid-Alianza 1993
Frederic Barbier- “Historia de los Medios : De Diderot a Internet”- Colihue-
Esteban Magnani –“Historia de la Comunicación”-


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