“Naves provenientes
del espacio robaron, esta madrugada, todo el caudal de libros existente en Nueva York, París, Roma, Buenos Aires, Londres,
y muchas más en todo el planeta.”
El hecho ocurrió alrededor de las 4 am, cuando
según
testigos presenciales, gigantescas naves de forma ovalada tomaron posición
sobre los mencionados edificios y succionaron miles de libros que iban entrando
a las mismas a modo de aspiradora gigante. Los testigos temieron ser
literalmente “chupados”, pero según lo expuesto por uno de los serenos de la
Biblioteca Nacional ( Buenos Aires), la corriente ascendente de aire, solo
absorbía libros y documentos, los cuales salían por orificios en el techo
hechos como por un sacabocado .”Primero sentí ruido a mampostería que caía y cuando fui a ver qué sucedía , pude ver,
cómo los libros salían de los estantes, y como por arte de magia se dirigían al
techo por donde se iban. Me aferré de donde pude con todas mis fuerzas, pero
noté que no era absorbido, la succión sólo se llevaba libros”, dijo Evaristo
López, uno de los serenos de la Biblioteca Nacional.
Las misteriosas naves, arrasaron con documentación no solo
en bibliotecas y museos sino también en templos religiosos. El fenómeno se
presentó a nivel mundial y hay gran preocupación por temor a una invasión
extraterrestre . Las fotos y videos tomados con teléfonos celulares son muy difusas y se está esperando el
mejoramiento de la imagen por parte de los expertos.
Mientras tanto, en las bibliotecas más grandes del mundo y
en todos los edificios saqueados se presentan las mismas características:
Techos agujereados en forma perfecta y millones de estanterías vacías. Se ha
recibido además, noticias de
desaparición de libros en bibliotecas particulares, pero lo cierto es
que la confusión y el temor es el clima reinante en las grandes ciudades . Las
medidas de defensa se han extremado en EEUU, China, Corea del Norte, Francia e
Inglaterra, preparándose para un posible nuevo ataque, que en primera instancia
es cultural …”
La crónica relatada es una ficción, pero …y si fuese una
realidad? qué quedaría de miles de años de escritura en sus diversos
soportes? Todo el universo de papel construido a lo largo de siglos
desaparecido, sin aviso, cartas de arcilla, papiros, pergaminos y primeros papeles
que permitieron hacer viajar a las ideas? Seguramente habría alguna tecnología
que reproduzca la fibra tal cual la original, de hecho en los museos hay muchísimas excelentes
réplicas arqueológicas. Pero en el supuesto de que estas naves se hubieran
llevado los originales,¿ cómo se recupera el valor que adquiere una pieza por haber subsistido
por miles de años? Imposible recuperar el valor “tiempo”, que agrega un plus al
valor de cualquier obra.
No en vano, la Iglesia ha usado
la escritura como símbolo de poder. Durante el Medioevo
solo los escribas
y los más altos funcionarios eclesiásticos accedían al conocimiento que los
libros les otorgaban y ya a partir de la invención de la imprenta pudieron extender
sus creencias.
Los Imperios Egipcios, Persas, Romanos e Inglés no hubieran
sido posibles sin la maravillosa tecnología de la escritura , que solo puede
compararse con otras invenciones que torcieron la historia de la humanidad: el
arado, la palabra o el dominio del fuego.
Es probable que en la virtualidad de las nuevas tecnologías hubieran
quedado los registros más importantes de los escritos milenarios en sus
diferentes soportes, pero no todos. Sólo los más importantes seguramente, pero ¿quién
puede medir lo qué es lo más importante? Nuevamente caeríamos en el poder de
algunos pocos para medir que es lo
Lo que un libro dice es inalterable, por lo tanto, lo que el
libro “dice” es equivalente a “es cierto”, por tal motivo hubo muchas quemas de
libros. Tiene el poder de unir gente y
también el poder de la censura. “Un libro cambia por el hecho de que no cambia
mientras el mundo cambia”-dijo P.Bourdieu.
Los ideales de libertad e igualdad del Iluminismo francés,
transmitidos a través de los escritos llevaron a la Revolución
Francesa y a la Modernidad,
el orden mundial se construyo alrededor de las ideas liberales y marxistas en
los siglos IXX y XX.
El siglo XXI nos encuentra invadidos por las nuevas
tecnologías, dominados por la inmediatez de la imagen. Hay un nuevo lenguaje
cibernético que aprender. La forma de escribir no es la misma. No se envían
cartas tangibles, sólo correos electrónicos. La rapidez obliga a transformar las palabras o
escribirlas con otras letras, los textos quedan reducidos a lo que podría ser un
telegrama. Las manos, incansables artesanas,
se están desacostumbrando a tomar una lapicera, al ejercicio de la
escritura, a ese dejarse llevar por las ideas que bajan desde la mente, pasan
por el brazo y hacen que la mano se mueva enlazando, suavemente, una letra con la otra. Se están acostumbrando
al repiquetear sobre un teclado. Sí, seguramente el escrito se comprenderá
mejor con una letra standarizada, prolija y homogénea . Pero …¿y el toque personal? Nos vamos
masificando, globalizando. Nos dejamos llevar como mansas ovejas hacia lo
repetitivo, común a todos por temor a quedar afuera del sistema.
Si la ficción narrada
se volviese una realidad , sería un verdadero desastre cultural. Perderíamos no
solo el contenido de millones de años de historia, sino también lo individual,
el encuentro con el “otro”. No tendríamos ya la capacidad de ir a una biblioteca
a elegir. Las bibliotecas han sido diseñadas para que contengan el mayor caudal
de información literaria posible al alcance de todo el mundo¿ sería capaz
Internet de dar ese servicio? Hay
publicaciones a las que solo se accede
vía suscripción y es una tendencia que va en ascenso. La información libre
circulante, es igual de válida que la asentada en los libros originales? Habría
un nuevo enciclopedismo?
Porque habría que recopilar todos los conocimientos dispersos nuevamente y esto
llevaría a diversos conflictos de fuerzas de poder sobre lo que sería o no
conveniente reflotar de todo lo perdido.
Reconstruir lo perdido parecería imposible, desde el momento
en que lograr acuerdos en forma global
sobre las necesidades básicas del hombre solo se ven plasmados en tratados o
cartas orgánicas de las naciones que luego se vulneran con total desparpajo.
Una mirada optimista diría que la diversificación actual de
los medios
en imagen y sonido harían más confortable y práctica la vida del hombre. Todo
se reduciría en tamaño y se podría llevar una biblioteca con muchísimos
volúmenes en un pequeño dispositivo en un bolsillo. La Imagen animada en lugar
del discurso, sin dudas, organizaría de manera diferente la forma de
pensamiento. Pero no sabemos aún qué tipo de efecto o de conciencia formará en
un futuro.
No somos todavía una
civilización de la imagen, sino de la
escritura y según Roland Barthes , en su “Retórica de la
imagen” lo más importante es el mensaje lingüístico. Al ser la imagen polisémica,
el mensaje ligüístico tiene dos funciones: anclaje y relevo. La primera es un
técnica destinada a fijar la cadena flotante de significados y la segunda,
menos frecuente, se usa en las historietas o dibujos animados.”Toda materia
significante está atravesada por el mensaje lingüístico”.
Las civilizaciones, fueron construyéndose en torno a la
escritura como una necesidad de expresión, de trascendencia , de perdurar en el
tiempo. Han pasado guerras, hogueras, miles de años y sigue formando parte
fundamental de la sociedad. Es probable que la crónica relatada no ocurra
jamás. Lo que sí ocurrirá será la aparición
de nuevas formas de escritura o
evoluciones de la misma que tendrán el mismo significado preponderante que hoy
tiene. Cambiará, como lo viene haciendo desde su aparición, pero no
desaparecerá jamás de la historia de la humanidad.
Graciela Bravo
Bibliografía
Walter Ong J “Oralidad y Escritura.
Tecnologías de la Palabra, Fondo de cultura Económica,
México 1987
Roger Chartier “Libros, lecturas y
lectores en la edad Moderna”-Madrid-Alianza 1993
Frederic Barbier- “Historia de los
Medios : De Diderot a Internet”- Colihue-
Esteban Magnani –“Historia de la
Comunicación”-

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